lunes, 15 de febrero de 2010

frío...

A 8 grados bajo cero es posible dejar de sentir el frío y en cambio estar congelado tratando de dormir bajo seis edredones.

Cuando el corazón se hiela el clima se invierte burlonamente.

Es entonces cuando desaparece el sueño y merma el hambre.
Se reduce el número de abrazos que entregas y aumentan las colillas en tu cenicero.

Es la muerte del alma, tétrico funeral que carece de melodía.

¿Cómo llorar tu propio final sin perder un ápice de dignidad?

No hay comentarios: