domingo, 27 de noviembre de 2011

quererme querer

De verdad que me quiero, pero hay veces que me arañaría los ojos y me arrancaría la piel, la misma que dicen que es suave pero que a mí me pesa tanto.
La estabilidad no es sencilla, ni deseada, igual que la normalidad, qué palabra...
Poco a poco, que sí, que me estoy conociendo y no me tengo miedo como vosotros.
Consigo verlo claro aunque a veces me ahogue, es lógico, pero vuelvo a aspirar, y a respirar, y a respirar y a transpirar, cada vez mas fuerte, y con la rabia que me reanima y me da la vida, esa que vosotros me queréis quitar, pero lo tenéis difícil, ni poseerla unos segundos, quizá tocarla, o mi cuerpo, incluso mi garganta, pero me resbalo entre las sábanas y me caliento los pies, que siempre están helados...
y queriéndome, sobre todo queriéndome, aunque me sangre la espalda,
pero juro que hoy me levanto

miércoles, 31 de agosto de 2011

estival

Con la brisa en la cara, subir montañas, saltar al vacío, y que se rompa el agua.
Beberme tu boca, o tu cuerpo entero; pero a trocitos, que siempre nos empachamos... de lo que sea, de manzana, de sexo, pero sobre todo de locura.
Tu mejor regalo: vendarme los ojos, que suene la música, que nos atrape la niebla, que nos la jugamos sin dormir.
Ahora a cualquier otra parte, y si quieres te lo maquillo de helénico, o te lo digo en catalán,
que t´estimo, y que no hay distancia

domingo, 27 de febrero de 2011

armonía

Helada.
El frío viene de dentro y de atrás, más allá de tu espalda, de tu pasado, y tienes miedo a la retrospectiva...
... con razón, porque sabes la respuesta.
Por eso no hay lágrimas ni sobresaltos, solo fluyes armoniosa en el día a día, sin marcar los tiempos, pero sin abandonarlos
¿pensabas que sería mejor? ingenua...
Aquí tienes tu paz, ahora procura que no te desgaste

lunes, 10 de enero de 2011

a vueltas con el tiempo

"El tiempo lo dirá"

El tiempo no dice nada, es un mentiroso.
Lo que sí hace es curar, hasta lo más doloroso, pero eso forma parte de su mentira.
Medirás tu pasado desde la perspectiva del tiempo, a través de su embudo, y lo sentirás carente de importancia, pero el pasado no merece restarle así su peso,
lo que nos ha ocurrido no es digno de ser nada más que un bonito recuerdo.

Para tí ese es el engaño,
para mí el consuelo.

martes, 4 de enero de 2011

desmontar el silencio

Hay épocas atroces en que faltan fuerzas, que suelen coincidir con las del silencio, y cuando extiendes una mano suplicante se queda helada porque solo recibes el contacto del aire, y date por contenta, que lo sientes porque estás viva.
Tu entorno retuerce el gesto, levantan una ceja, a ti no hay quien te entienda, ni tú...
Y los más generosos se complican con filosofía de postal y enrevesada.
Oigan, que es mas sencillo que eso, que a veces solo se trata de una mano al hombro no prolongada, de un guiño discreto, o simplemente, de que alguien te caliente los pies.


(gracias a ti porque sin querer hoy me tendiste una mano para que saliera esto)