sábado, 24 de mayo de 2008

Sueños de insomnio

Bajo la enorme capa de oscuridad, inmóviles edificios se erigen sobre el suelo mojado.
En su interior, el mundo duerme... pero yo no. Yo padezco esa extraña enfermedad que es el peor y mejor de los insomnios: el ansia de vida.

Dentro de esos gigantes de ladrillo se encienden en ocasiones tímidas luces, emitidas, supongo, por pequeñas y encantadoras lámparas de mesita. Imagino la mano que las prende... manos que pertenecen a cuerpos anónimos, movidos por mentes también aturdidas por el insomnio, y yo me pregunto si su enfermedad será la misma que la mía, si lo que les separa de sus sueños serán también ansias de vida... o simplemente el ansia de la vida.

Yo, aunque tengo sueño, no envidio a esos moribundos aletargados que yacen al otro lado de los cristales oscuros... no envidio que sueñen, porque aunque no duerma, yo también estoy soñando.
Sueño despierta, sueño consciente. Elijo lo que quiero soñar y cuándo...

...y sueño observando.

1 comentario:

zuhaitz dijo...

Aquella noche estaba yo soñando que la acariciaba mientras la besaba.Estaba viviendo aquel instante tan delicioso,cuando caramba,de pronto me dormí.Efectivamente,estaba soñando despierto.

Que dicha la tuya,soñadora de mirada atenta.Tus ojos te hacen volar.Sigue soñando porque son esos sueños los que te regalan bocanadas de aire puro,en momentos de polución anímica.Sueña y que sueñen contigo.Un sueño.Amets bat.